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Vida silvestre y crimen

La tercera edición del Informe Mundial sobre los Delitos contra la Vida Silvestre (World Wildlife Crime Report) acaba de ser publicada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Este reporte contiene datos sobre tendencias actuales del tráfico ilícito de especies protegidas de flora y fauna, así como las causas e impactos asociados con el delito a nivel global. Los principales hallazgos del informe señalan que el tráfico de especies silvestres persiste a pesar de los esfuerzos internacionales hechos en los últimos 20 años; remarcan la necesidad de contar con intervenciones basadas en evidencia científica, que sean realizadas de manera estratégica; el impacto de la corrupción en la regulación y aplicación de la ley, mientras que la tecnología ha brindado a los traficantes la oportunidad  de alcanzar mercados globales, y la falta de sistemas de justicia modernos, armonizados y fortalecidos; la interconexión y diversificación de las actividades de los grupos de crimen organizado operando en los ecosistemas.

Dentro de los principales resultados presentados se encuentra el porcentaje de especies registradas decomisadas. Entre 2015 y 2021 los corales representaron 16% del total, son la especie con mayor porcentaje seguida de cocodrilos y elefantes, 9 y 6 por ciento, respectivamente. A la vez, desde 2016, la UNODC presenta un índice estandarizado de decomisos que ayuda a medir el impacto del tráfico ilícito de flora y fauna silvestres respecto al valor del mercado. De 2015 a 2021, los rinocerontes, pangolines y elefantes sumaron 72% de las especies animales más afectadas. También, se hace una clasificación por sectores que demandan flora y fauna silvestre. Las categorías consideradas son: alimentación, medicina, mascotas y plantas ornamentales para el mercado masivo; mercado especializado de animales vivos y plantas, y el Mercado exclusivo de bienes para adorno, exhibición y demostración de estatus.

Entre los resultados principales es posible observar que, entre 2015 y 2021, el índice estandarizado de decomisos totales y de plantas ha aumentado, mientras que el de animales ha disminuido. Sobre plantas, los cedros, la caoba, madera santa y guiacum son las especies que más han incrementado su proporción en el índice. Respecto a los animales, los que tienen mayor magnitud dentro del índice son los pangolines, los rinocerontes y cocodrilos. Las especies vivas son los principales tipos de productos que se encuentran en los registros de incautaciones. De las 1 652 especies registradas en los decomisos, considerando mamíferos, aves, reptiles y anfibios, 40% están clasificadas como amenazadas o en riesgo. ¿De dónde provienen las especies? Pues en los registros, 56% se considera no especificado o desconocido, para el porcentaje restante el primer lugar lo ocupa el África Subsahariana seguido del sur de Asia y el sureste asiático.

¿Por qué es importante tener esta información? Por el impacto que tiene el tráfico ilícito de vida silvestre en la sobreexplotación, la extinción de especiales, el impacto en el ecosistema y en el clima, además de la dispersión de las especies invasivas. A nivel gobierno socava la autoridad, confianza y legitimidad de los gobiernos; disminuye los ingresos del gobierno y aumenta el costo en la aplicación de la ley. A nivel sociedad afecta el estilo de vida y bienestar de las personas, aumenta el gasto de las empresas y reduce sus ingresos, incrementa el riesgo en la salud del ganado y de las personas, además del daño a los defensores y protectores de la vida silvestre.

 

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