Las semanas pasadas, las calles de nuestra capital tuvieron la peculiaridad de recibir una gran cantidad de automóviles, debido principalmente al mogollón de visitantes con motivo de la Feria Nacional de San Marcos. Esto provocó que las vialidades estuvieran constantemente llenas, saturadas, congestionadas y con embotellamientos constantes, en especial al poniente de la ciudad. Aunado a esto, tenemos un fenómeno vial en auge que ya tiene años, y son los motociclistas que, con la complacencia de las autoridades, una cantidad importante andan por las calles zigzagueando vehículos, con una velocidad muy baja que entorpecen la circulación o muy alta que pone en peligro a los demás, y para rematar generalmente no respetan carriles de circulación.
Es cierto, que, durante la Feria Nacional de San Marcos, el tránsito se vuelve atípico y las personas flipan al momento de usar su automóvil y buscar trasladarse. Han pasado décadas en que se tiene conocimiento, o por lo menos tendrían, de aquellos días en que habrá mayor tránsito vehicular, por lo que, debería que ponerse en práctica algún protocolo especial que atienda esta situación. No obstante, año con año vemos que las autoridades responsables de la vialidad en el municipio son sobre pasadas, basta acercarse a las zonas destinadas para la verbena popular y darse un coñazo con la vialidad y movilidad que impera. Lamentable resulta, que, aun habiendo presencia de la autoridad vial, es un caos la movilidad, ya sea el paso de peatones, calles saturadas, vehículos haciendo doble fila o dando vueltas prohibidas, semáforos no sincronizados, franeleros estacionando donde quiera y cobrando. ¿y la autoridad? ¡bien gracias! Ya no mencionemos la seguridad pública, solo basta recordar lo sucedido en el lugar llamado “zona segura en la feria de san marcos” y el lamentable hecho acontecido, los primeros días de iniciada la feria.
Con el comienzo del Segundo Anillo como eje de vialidad continua, en el sexenio de Martín Orozco, se pensó que esto propiciaría una circulación más rápida para todos. Pero carajo, nos encontramos que la mayoría de las laterales y retornos se han vuelto cuellos de botellas por la cantidad de vehículos que se aglutinan. Aunado, a la cantidad de conductores que no respetan el límite de velocidad, no hablamos únicamente de los que van a exceso de velocidad, si no de aquellos que mantienen una velocidad menor a los 60 km/h, provocando zonas de gran tráfico, todo esto con la complacencia o desconocimiento de la autoridad. Para que una vialidad sea continua debe mantener una velocidad promedio, esto se realiza en ciudades que lo implementan, tanto en Estados Unidos como Europa.
Ahora bien, un fenómeno recurrente es la circulación temeraria de muchos motociclistas, que transitan con poca precaución y sin estar conscientes que, en un accidente, va de por medio su vida y el futuro de muchas personas que sin deberla o temerla, se ven involucrados en su imprudencia.
Si la autoridad vial, aplicara la Ley de Movilidad del Estado de Aguascalientes, ya no digamos a rajatabla, pero por lo menos, algunas obligaciones que se describen en el:
ARTÍCULO 231.- Los conductores de motocicletas tendrán las siguientes obligaciones:
- Circular por el carril correspondiente a vehículos automotores, sin que puedan circular dos o más motocicletas en posición paralela en un mismo carril;
- Para rebasar un vehículo de motor deberán utilizar el carril de la izquierda;
- No deberán adelantar vehículos circulando por el espacio que dejan los mismos entre los carriles; y
Mucho tienen que mejorar las estrategias y protocolos que implementen las corporaciones encargadas de la vialidad y movilidad en nuestro estado, en especial las correspondientes al municipio de Aguascalientes. Esperaríamos que para el siguiente festejo popular abrileño, corporaciones, presidente municipal y regidoras tenga la capacidad y voluntad de diseñar e implementar protocolos funcionales, que atiendan las necesidades de movilidad de residentes y turistas. Aunado, a que pongan cartas en el asunto con aquellas personas que utilizan motocicleta para circular y no tienen la precaución debida para salvaguardar su integridad, ni la de los demás.