El presidente Andrés Manuel López Obrador está intentando prohibir la importación de maíz transgénico a nuestro país. El 30 de diciembre de 2020, durante su conferencia «La mañanera», señaló su intención de dejar de comprar un producto tan importante para la sociedad mexicana que se considera fundacional para nosotros. Estados Unidos es el único proveedor de maíz amarillo hacia México, y aunque científicamente no se ha demostrado que este tipo de maíz tenga una repercusión en la salud de la población mexicana (solo se ha recomendado por algunos actores que no es bueno del todo). El maíz transgénico es cualquier variedad del grano que es modificado mediante técnicas de ingeniería genética para que tenga un crecimiento más acelerado y sea más resistente. Por lo que permite tener más y mejores cosechas.
Canadá se acaba de unir a Estados Unidos en contra del veto del gobierno mexicano a no importar este tipo de grano. Y aunque el argumento es proteger a salud de la población, realmente lo que se busca es «proteger» a los productores nacionales de maíz, pero, al no tener la capacidad de producción que requiere la demanda nacional, se tiene que importar el producto, y es aquí donde está el problema, en lugar de prohibir la importación de un producto que se comercializa dentro del TMEC y que lógicamente molestaría a nuestros socios del norte, se debería apoyar realmente con medios económicos, técnicos, y humanos a los productores mexicanos.
México importa más de 3 mil millones de dólares de este cultivo a Estados Unidos cada año.
Canadá entra en el escenario debido a las dudas de lo que podría hacer en un futuro el gobierno mexicano al querer prohibir otro producto que afecte las importaciones/exportaciones del TMEC, y argumenta que la toma de decisiones esté basada solamente en comprobaciones científicas y en la seguridad alimenticia.
Existe un apartado dentro del Tratado de Comercio entre los tres países de América del Norte, el Capítulo 31 de Soluciones de Controversias que establece de primera instancia que en 30 días se deben aclarar dudas entre las tres naciones, pero este periodo se puede ampliar hasta por 75 días, y ante la decisión de AMLO sobre no ceder en este tema, es posible que Estados Unidos solicite los paneles con expertos, donde se definirá qué país tiene razón.
En el caso de que favorezca a los Estados Unidos y Canadá, México tendrá que revocar este decreto. Y si aun con el fallo México no obedece, entonces Estados Unidos y Canadá podrán establecer sanciones arancelarias y pedir indemnizaciones para las empresas que se vean afectadas.
Hay que recordar que no es la única disputa comercial internacional, están pendientes dos que tienen que ver con PEMEX y la CFE, y la forma de fortalecerlas por parte de nuestro país y que cuestionan los vecinos del norte.
Volviendo al tema del maíz, expertos en materia económica señalan que sea una posible estrategia política para poder abanderar las campañas presidenciales de México y Estados Unidos del próximo año, son solo conjeturas pero como dice el dicho, piensa mal y acertarás…
