¡Hola de nuevo, mis queridos votantes! Soy yo, Juan Ciudadano, con la lupa puesta en las promesas electorales de nuestros candidatos. Y déjenme decirles, si las elecciones fueran un concurso de imaginación, estaríamos ante unos verdaderos J.K. Rowling de la política.
Claudia Sheinbaum nos ofrece un México de ensueño1. Con becas universales desde preescolar hasta secundaria, parece que quiere convertir a cada niño en un pequeño Einstein. Y no se queda ahí, también quiere fortalecer la Guardia Nacional y reformar el Poder Judicial. ¿Será que planea que los jueces también lleven capas como superhéroes?
Xóchitl Gálvez no se queda atrás2. Quiere retirar a las fuerzas armadas de las obras públicas y enfocarlas en combatir al crimen organizado. Además, promete incluir a los padres en la elaboración de los libros de texto. Me pregunto si también incluirá recetas de cocina y consejos para el hogar.
Jorge Álvarez Máynez, por su parte, parece querer llevarnos a la era de Acuario3. Propone regular el consumo de drogas y desmilitarizar la seguridad pública. ¿Será que quiere que los policías cambien las armas por flores y los narcos por agricultores orgánicos?
En resumen, amigos, nuestras opciones van desde un México con educación de fantasía, pasando por una estrategia de seguridad digna de película de acción, hasta una política de drogas que parece sacada de un festival de Woodstock. Pero no se preocupen, aquí seguiré yo, Juan Ciudadano, recordándoles que más allá de las propuestas, lo importante es que nosotros, los ciudadanos, seamos quienes realmente decidamos el rumbo de nuestro país.
Hasta la próxima, y recuerden, voten con esperanza, pero también con los pies en la tierra.
Juan Ciudadano, un mexicano que sueña con realidades, no con cuentos.
Este artículo es una sátira y no debe tomarse más en serio que las promesas de campaña. Para una comparación seria de las propuestas, consulten el análisis de EL PAÍS345. Y recuerden, si se ríen, es porque la realidad a veces es la mejor comedia.
