El uso de la tecnología y la interconexión global nos ha llevado a tener nuevas necesidades, una de ellas que es muy importante es la protección de datos personales, pues se encuentran expuestos como nunca lo habían estado, pues desde el uso de redes sociales hasta el uso más especializado de aplicaciones electrónicas recopila y almacena información sensible (datos personales), lo que supone un reto en términos de seguridad y privacidad.
Está muy de moda escuchar sobre los datos personales, pero no toda la gente sabe exactamente que son los datos personales, los cuáles son cualquier información que puede ser utilizada para identificar a una persona, entre lo que se puede incluir el nombre, la dirección, el número de teléfono, la dirección de correo electrónico, la fecha de nacimiento, el número de la seguridad social, información financiera y médica, y hasta la dirección IP (Protocolo de Internet) de un dispositivo. En el mundo digital, estos datos pueden ser recopilados, almacenados y analizados por diversas entidades, desde empresas privadas hasta gobiernos.
Por tanto, la protección de los datos personales es esencial por varias razones. En primer lugar, protege la privacidad de los individuos. La privacidad es un derecho fundamental que permite a las personas controlar su propia información y decidir quién tiene acceso a ella. Sin una protección adecuada, los datos personales pueden ser mal utilizados para actividades fraudulentas, como el robo de identidad, o para monitorear y controlar a las personas sin su consentimiento. En segundo lugar, la protección de datos personales es crucial para mantener la confianza en las relaciones entre las personas y las organizaciones. Las empresas que manejan datos personales deben demostrar que pueden proteger esta información de manera efectiva. La pérdida de datos o la violación de la privacidad puede dañar gravemente la reputación de una empresa y resultar en pérdidas financieras significativas.
Además, la protección de datos es vital para la seguridad nacional. Los datos personales pueden ser explotados por personas malintencionadas, incluidos los ciberdelincuentes y las agencias de inteligencia extranjeras, para cometer espionaje, sabotaje o ataques cibernéticos.
A nivel internacional los gobiernos se han ocupado de esta preocupación y han surgido marcos jurídicos para la protección de datos. Uno de los marcos más conocidos es el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que se introdujo en mayo de 2018. El GDPR establece pautas claras sobre cómo se deben recopilar, almacenar, procesar y eliminar los datos personales. Además, otorga a los ciudadanos varios derechos importantes, como el derecho a acceder a sus datos, el derecho a rectificarlos, el derecho a suprimirlos y el derecho a la portabilidad de los datos. En Estados Unidos, aunque no existe una legislación federal integral similar al GDPR, existen leyes sectoriales como la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros de Salud (HIPAA) para la información médica y la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA) para proteger la información de los menores de 13 años. Además, algunos estados, como California, han implementado sus propias leyes de protección de datos, como la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA).
En nuestro país, dentro del ámbito privado tenemos la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, en el sector público existe la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, así como las leyes que regulan cada entidad federativa de México.
Sin embargo, a pesar de la existencia de todas estas leyes y regulaciones, la protección de datos personales enfrenta diversos desafíos, como por ejemplo el rápido avance tecnológico, las nuevas tenologías como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el Internet de las Cosas (IoT), situaciones que generan y procesan enormes cantidades de datos, lo que dificulta su gestión y protección adecuada.
Otro desafío en matería jurídica es la globalización de la información que al pasar fronteras internacionales dificulta su protección debido a que las leyes y regulaciones son diferentes en cada país, por lo que la cooperación internacional y la armonización de las leyes resulta necesario para abordar este problema.
Y como comentaba en el inicio, mucha gente no tiene idea de lo que son los datos personales pero sobre todo de la importancia de su protección. Muchas personas no comprenden completamente los riesgos asociados con la divulgación de su información personal en línea y no toman las medidas adecuadas para protegerse. Las campañas de concienciación y la educación sobre la ciberseguridad son cruciales para mejorar la protección de los datos personales.
Para mejorar la protección de los datos personales, es fundamental adoptar una serie de mejores prácticas tanto a nivel individual como organizacional.
En el caso de las personas, es importante tener presente lo siguiente:
1.- Mantener software actualizado: asegurándose de que todos los dipositivos y aplicaciones estén actualizados con las últimas versiones de software y parches de seguridad.
2.- Utilizar contraseñas fuertes: creando contraseñas robustas y únicas para cada cuenta, utilizando una combinación de letras, números y caracteres especiales.
3.- Activar la autenticación de dos pasos o factores: Este tipo de autenticación es la que agrega una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de verificación además de la contraseña.
4.- Ser cauteloso con la información que se comparte en línea.
5.- Revisar configuraciones de privacidad: para limitar la cantidad de información personal accesible a terceros.
En el caso de las organizaciones, es importante:
1.- Implementar políticas de seguridad: Desarrollar y aplicar políticas de seguridad claras y efectivas que aborden la protección de datos personales.
2.- Realizar evaluaciones de riesgo de manera regular.
3.- Capacitación de empleados: Proporcionar formación continua en ciberseguridad y protección de datos a todos los empleados para garantizar que comprendan y sigan las mejores prácticas.
4.- Cifrar datos sencibles: Utilizar cifrado para proteger los datos personales tanto en tránsito como en reposo, asegurando que solo los usuarios autorizados puedan acceder a la información.
5.- Monitorerar y detectar intrusiones: Implementar sistemas de detección de intrusiones y monitoreo continuo para identificar y responder rápidamente a cualquier violación de seguridad.
El futuro de la protección de datos personales dependerá en gran medida de cómo se desarrollen las tecnologías y las regulaciones. Es probable que veamos una mayor adopción de tecnologías de privacidad, como el cifrado avanzado y la anonimización de datos, así como un enfoque más riguroso en el cumplimiento normativo. Sin embargo, también es esencial que las empresas y los gobiernos colaboren para crear un entorno más seguro y transparente para la gestión de datos personales.
La protección de datos personales es una necesidad crítica en la era digital. La combinación de legislación adecuada, mejores prácticas y tecnologías avanzadas puede ayudar a proteger la privacidad y la seguridad de los individuos, fomentando un entorno digital más seguro y confiable para todos.