Las relaciones sociales, actividades diarias y responsabilidades, como el trabajo, la pareja o los hijos, a veces pueden resultar tediosas o agotadoras, llevándonos a cuestionar por qué seguir. Sin embargo, en esos momentos suele surgir una razón o una chispa de inspiración que nos motiva a retomar nuestras relaciones y tareas con una actitud renovada.
Un concepto comúnmente utilizado por artistas, actores y escritores, entre otros, es el de la inspiración o la presencia de una musa que los impulsa a crear. Pareciera que solo aquellas personas cuyas profesiones están orientadas a la creatividad, el entretenimiento o la expresión literaria son quienes experimentan la inspiración o encuentran su musa. Sin embargo, esta idea está muy alejada de la realidad cotidiana, ya que en la vida diaria siempre existe una acción que impulsa nuestro actuar, ya sea para realizar, continuar o mejorar nuestras actividades y relaciones.
Para entender la inspiración, debemos reconocer que puede tener diferentes significados, desde un estado emocional o un proceso creativo, hasta una influencia externa o un concepto teológico. Lo que estos significados parecen compartir es la idea de una ‘repentina disposición para llevar a cabo una actividad’.
En la mitología griega, las nueve musas son diosas de las artes como la música, la danza y la poesía. Dotadas de maravillosos talentos artísticos, también poseen gran belleza, gracia y encanto. Sus dones de canto, danza y alegría ayudaron tanto a dioses como a humanos a olvidar sus problemas e inspiraron a músicos y escritores a alcanzar cotas artísticas e intelectuales cada vez mayores. Las nueve musas son*:
- Calíope, tradicionalmente la más importante (de voz bella y que representa la poesía épica y también la retórica),
- Clío (que glorifica y representa la historia),
- Erato (hermosa y que representa el canto),
- Euterpe (deslumbrante y que representa la poesía lírica),
- Melpómene (que canta y representa la tragedia),
- Polimnia (que canta himnos y representa los himnos a los dioses y a los héroes),
- Terpsícore o Estesícore (que deleita con la danza),
- Talía (que florece y representa la comedia),
- Urania (celestial y que representa la astronomía).
Hoy en día, hablar de tener una musa no necesariamente implica una connotación femenina, sino más bien se refiere a la inspiración o magia que hay en un objeto o acción. De esta manera, cualquier persona, sin importar su oficio o profesión, puede experimentar esa sensibilidad.
Contar con inspiración o una musa es crucial, ya que generalmente ayuda a las personas a ser creativas, superarse, aprender o simplemente obtener un mayor bienestar. Esta sensibilidad puede basarse en todo aquello que fomente una mentalidad de crecimiento y creatividad. Aunque no todos compartimos ese «algo o alguien» que nos impulsa a actuar, cuando lo reconocemos, genera una reacción que aumenta nuestra motivación para hacerlo. Lo que nos mueve a nivel personal difícilmente puede considerarse cuando es impuesta externamente; debe provenir de una sensibilidad subjetiva.
Mis musas e inspiración se manifiestan en mi familia y, sobre todo, en mí mismo, para ser mejor cada día y utilizar los errores u omisiones como oportunidades de crecimiento personal y desarrollo óptimo, manteniendo empatía con mi entorno. ¿Ya has identificado quién es tu inspiración?