El título de estos artículos Notas acerca de las Ideas Políticas se concentran, obviamente, en teoría e ideología política, en la inteligencia de que, especialmente en el caso de Karl Marx, es necesario referir las cuestiones económicas (estructura) que afectan o repercuten en el ámbito político (súperestructura). El propio Marx afirma los vínculos necesarios entre ambas, ya que aquélla para funcionar eficazmente requiere de ésta, como se podrá apreciar en entregas subsecuentes. Acaso es pertinente advertir que, en estos apuntes respecto al pensamiento de Marx sobre política, no pretendo sino un esbozo, en modo alguno agotar el tema.
Atilio Borón (“Teoría política marxista o teoría marxista de la política”. Teoría marxista hoy: problemas y perspectivas, Amadeo Javier y Sabrina González. CLACSO, 2006, pp. 175-190) expone que no existe teoría política marxista, ya que “no hay una esfera política independiente porque todas las esferas de la sociedad están articuladas entre sí, en una totalidad social … no hay teoría política, económica o sociológica, sino un corpus teórico totalizante” (p.18) … Esto es, “lo político como súperestructura es lo político como mecanismo de ocultamiento de los intereses objetivos de las clases … lo político es forma en el sentido de la forma mercancía: una ‘ilusión real’ que cosifica los intereses humanos que se discuten en la esfera pública para presentarlos como intereses técnicos y neutrales del proceso productivo …”
Marx escribió textos sobre temas políticos específicos, referidos a acontecimientos que fueron objeto de su análisis, como “18 Brumario”, “La guerra civil en Francia” (en el cual reflexiona sobre la sublevación obrera de 1848 y la Comuna de París (1870). Ésta la calificó como el modelo de república democrática proletaria). El Manifiesto Comunista (a raíz de la revolución de 1848, y por encomienda de la Liga de los comunistas). En “Revolución de Contrarrevolución”, recopilación de textos publicados en The Tribune de Nueva York en 1851-1852, (primer número de la revista Die Revolution, en Nueva York) sobre la revolución alemana de 1848, coincide con la publicación del “18 Brumario”. Asimismo, se desprenden ideas políticas en “La Ideología Alemana”, “Feuerbach y el fin la filosofía clásica alemana”; en el apartado 4 de los Grundisse; “Crítica al Programa de Gotha” de (1875). Engels, por su parte, entre varias obras, “La guerra campesina en Alemania” (1870), “Sobre la acción política de la clase obrera” (discurso en la sesión de la Conferencia de Londres de la Asociación de los Trabajadores (1871), y publicado íntegramente en 1934 (revista Kommunistícheski Internatsional) y “Crítica del Programa de Erfurt” (1891)
Para Jean Touchard (Historia de las ideas políticas, Tecnos, 1988) no existe exposición sistemática o texto específico sobre ideas políticas de Marx, ya que su trabajo intelectual inició con la filosofía, prosiguió con cuestiones que podríamos llamar teoría social y antropología (Touchard), y, al comprender que en el fondo de estas realidades subyace la problemática económica –producción de mercancías, trabajo, dinero, capital— que descubrió tanto de su propia experiencia como del estudio de los clásicos Smith, Ricardo y Quesnay, principalmente. Sin duda, algunas de sus más importantes aportaciones, como el materialismo dialéctico (ideas que reelabora a partir de la crítica a Hegel y a Feuerbach), una consecuente filosofía de la historia, la lucha de clases (idea que, a su vez tomó de otros autores) como “motor de la historia”, la revolución proletaria (que en la realidad histórica quedó como esperanza-pronóstico frustrada), han tenido enorme impacto en la historia del pensamiento humano. Si bien, él mismo nunca admitió se le identificara como “marxista”, congruente con su postura de rechazo al dogmatismo y conciente de que el pensamiento humano tampoco culminó con él; frecuentemente mal entendido y explicado, utilizado como ícono e ideologizado con fines partidistas, escudo de políticas de Estados que se calificaron a sí mismos como socialistas, justificación incluso de dictaduras de las cúpulas burocrático-partidistas de esos Estados.
Jean Touchard advierte que son numerosos los estudios sobre” la filosofía o la doctrina económica de Marx. En cambio, “que nosotros sepamos, no se ha escrito ningún estudio particular válido sobre el pensamiento político de Marx, y ni siquiera sobre su crítica de la política” (p. 507) Pese a que Marx y Engels reconocieron “la importancia del hecho político, existen en su extensa obra muy pocos textos ‘políticos’”.
Acaso, explica Touchard, debido a la crítica de Marx a la filosofía del Estado (Crítica a la filosofía del Derecho), obra de Hegel (y, en general pensamiento filosófico de Hegel), “deriva el carácter casi exclusivamente crítico del pensamiento de Marx y Engels respecto a la política y sus manifestaciones” (p. 475). Fuera de las referencias al Estado como instrumento represor de la clase dominante, “parece faltar … un análisis metódico de las funciones concretas de los Estados, de su desarrollo histórico, de las diferencias que separan a unos regímenes políticos de otros” (475).
Fue extensa y compleja la trayectoria intelectual de Marx. De la filosofía a la sociología (varios analistas lo tipifican como “antropología social) y culmina en la economía, Desde la filosofía idealista de Hegel, de quien fue crítico sin concesiones, aunque reconoció –junto con Kant—sus aportaciones a la teoría filosófica, en particular la dialéctica del pensamiento. Si bien, sentenció Marx, fue una visión “invertida” de la realidad-pensamiento humano. Éste reproduce –más allá de la mera percepción—el proceso dinámico de la naturaleza acorde a sus propias leyes producto de sus contradicciones, y no como “reflejo”, según Hegel, del pensamiento de la divinidad que en sí mismo dialéctico va creando las ideas y las reproduce en la naturaleza, en compleja interrelación Espíritu-naturaleza-pensamiento humano. Así, para Marx, la dialéctica no solamente del pensamiento humano sino de todo proceso social e histórico, es el núcleo esencial de la reflexión filosófica, por lo cual más allá de conocer y comprender la realidad objetiva, es fraguar la transformación del mundo y del hombre, incluso de la naturaleza.