El día de hoy quisiera tocar un tema importante, un tema que ha cambiado la forma de ver de nosotras las mujeres, que ha cambiado la estructura económica de los países y que ha ido construyendo sociedades más estables y justas: el empoderamiento femenino.
El empoderamiento femenino es el proceso que permite el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social, este término fue acuñado en la Conferencia Mundial de Mujeres en Beijing (Pekín) en el año de 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y accesos al poder.
Cuando las mujeres empezamos a tomar conciencia de nuestro papel en la sociedad, las sociedades tomaron un rumbo diferente, fueron cambiando paulatinamente. Las mujeres se fueron incluyendo en la fuerza laboral ya no sólo en áreas operativas, sino que ahora los puestos ejecutivos o de primer nivel son ocupados por mujeres. El empoderamiento ha servido para respetar y garantizar los derechos humanos reconocidos internacionalmente, también ha cambiado la calidad de vida de las mujeres y, por ende, la de las comunidades.
ONU mujeres ha establecido siete principios para el empoderamiento de las mujeres, los cuales son los siguientes:
- Promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel.
- Tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo; así como respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación.
- Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras.
- Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres.
- Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del empoderamiento de las mujeres.
- Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y cabildeo.
- Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
Sin embargo, el empoderamiento no es tan simple como pudiera parecer, pues en el caso de la promoción de la igualdad desde el más alto nivel, se siguen viendo situaciones que no van acorde a estos principios; por ejemplo, hemos visto cómo, en la conmemoración del Día de la Mujer, han amurallado Palacio Nacional a fin de proteger el recinto, en lugar de darles un espacio a las mujeres para la promoción de su igualdad.
El empoderamiento de las mujeres no se da únicamente en este ámbito, y existen cinco tipos de empoderamiento femenino:
Económico: para alcanzar este tipo de empoderamiento, es necesario que se creen oportunidades de empleo digno y de calidad que garantice ingresos dignos que les permitan salir adelante y aumentar su poder adquisitivo.
Político: es que las mujeres ejerzan cargos de elección popular o de gran responsabilidad dentro de los ámbitos político o privado.
Educativo: recordemos que la educación es la clave para poder entender la vida y acceder a mejores oportunidades, cuando carecemos de educación nuestras oportunidades laborales y profesionales se reducen, y una de las formas de dar empoderamiento femenino y terminar con la brecha de género, es necesario otorgar mejores oportunidades educativas que lleven a una igualdad social.
Social: con respecto a este tipo de empoderamiento, es aquel que se adquiere por medio de talleres, conferencias, paneles informativos y todo aquello que nos ayude a fomentar nuevas ideas que sirvan para terminar con la desigualdad social entre hombres y mujeres.
Psicológico: desde mi punto de vista, es el más importante en la vida de las mujeres, pues este tipo de empoderamiento, implica adquirir control sobre su vida, es decir, reconocer que no estamos satisfechas con alguna situación y buscar el autocuidado para conseguir una relación sana y amable con nosotras mismas, de tal manera de sentirnos plenas, más capaces y seguras de transmitirlo en nuestro entorno y esto tarde o temprano se verá reflejado en los demás ámbitos haciéndonos mujeres fuertes frente al mundo.
Como podemos observar, tener un empoderamiento femenino no es una tarea fácil, se tiene que trabajar en ello en todos los aspectos, siempre debemos empezar por trabajar el aspecto psicológico, un punto importante que la teoría sobre el empoderamiento femenino no nos dice, es que la presencia también ayuda mucho a como nos perciben, pues hasta el día de hoy, no he visto una mujer empoderada que no lo demuestre con su presencia.
