La pérdida violenta de cualquier vida humana tendría y debería ser un hecho que en ninguna circunstancia puede tomarse como un suceso cualquiera. Con independencia de las acciones de las personas, una vida humana es fundamental y debe considerarse con un valor supremo en los sistemas filosóficos, éticos y religiosos. Esta representa la base de la existencia y es el fundamento de la sociedad y la civilización.
En semanas pasadas, Aguascalientes fue testigo de la muerte de dos personas: Jesús Ociel Baena Saucedo y su pareja, Dorian Daniel Nieves Herrera. Más allá del cargo público, orientación sexual o situación sentimental, dos seres humanos fueron encontrados sin vida al interior de su domicilio, con lesiones mortales, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Estado. Según la versión del fiscal Jesús Figueroa Ortega, esto fue lo que ocurrió al interior de la casa donde se encontraron los cuerpos de la magistrada y su pareja:
“Para nosotros, se da una discusión, pelea, una situación de agresión en la planta alta, específicamente en una de las recámaras, y específicamente en la cama, donde nosotros creíamos se encontraban ambas personas.”
“Posteriormente, desciende le magistrade, ya herido, con una de 19 lesiones cortantes. Vemos que hay huellas tipo goteo que descienden del inmueble hacia la recámara, desde la recámara hacia la parte del pasillo del ingreso y ahí es en donde nosotros concluimos, porque ahí es donde se encuentra su cuerpo ya sin vida, es en donde se provoca la lesión mortal”. *
Al día siguiente de estos sucesos, Jesús Figueroa, fiscal general de justicia de Aguascalientes, durante una entrevista en el programa ‘Por la mañana’, mencionó que, ‘de acuerdo con los análisis periciales, el magistrade Jesús Ociel Bahena, fue asesinado con navajas de afeitar por parte de su pareja, Dorian Daniel’. En principio, la explicación oficial parecería derivar de una investigación pericial exprés, en la que se menciona que Ociel Bahena fue asesinado por su pareja sentimental y posteriormente, Dorian Daniel se suicidó.
Y sí, la secretaría de seguridad pública y la fiscalía de justicia del estado hubieran dedicado más tiempo a considerar otras hipótesis, como crimen por odio o discriminación, en vista de las amenazas previamente reportadas por amigos y familiares.
Y sí, se hubiera podido abrir una línea de investigación que indagara y explicara las denuncias realizadas por Ociel Bahena sobre amenazas y riesgos para su vida. Esto, dado lo mencionado por amigos, familiares, compañeros de trabajo y asociaciones civiles, quienes señalaron que las recibía frecuentemente.
Dentro de la investigación pericial, se incluye la prueba pericial, que constituye la opinión o argumento presentado por un Perito durante un proceso judicial para explicar un hecho específico. Es la declaración de un experto cuyo objetivo es proporcionar al juez conocimientos especializados para comprender una realidad que no es verificable por él mismo.
Y sí, se hubiera podido complementar la explicación oficial con argumentos criminológicos que evidenciaran la posible conexión entre el presunto homicida, Dorian Daniel, y los rasgos asociados a un posible comportamiento suicida y/o con el consumo de metanfetaminas. Al parecer, todo se basa en la interpretación de lo captado por las cámaras de vigilancia del aeropuerto y en la escasa comunicación entre ambos. En el video, cada uno lleva su propia maleta y apenas intercambian palabras. Llegar a un aeropuerto a la 01:00 am puede resultar agotador para cualquiera, lo que podría inducir a una conducta normal de hacer lo necesario para llegar rápidamente a casa. Todo lo demás son meras especulaciones por parte de quien describe la situación.
Y sí, se hubiera abierto una línea de investigación con respecto a los hechos mencionados por la hermana, Cinthya Baena, quien declaró que hacía cuatro días Jesús Ociel había recibido amenazas.
Y si, no se hubieran apresurado en las declaraciones oficiales para dar una respuesta inmediata a un suceso que conlleva múltiples aspectos vitales. Si se hubiese abordado con más puntualidad, podría haber generado una mayor credibilidad en lugar de suscitar suspicacias con afirmaciones que parecen definitivas, dando la impresión de esperar a que el asunto se diluya con el tiempo.
Finalmente, el fiscal admitió que no existían cámaras de seguridad dentro de la vivienda, por lo que aún no se puede tener certeza de los hechos. Sin embargo, añadió que la conclusión de que la muerte de Jesús Ociel Baena Saucedo fue un asesinato por parte de su pareja se basó en el hallazgo de 50 huellas de sangre encontradas en ambas plantas de la casa.
