Seguridad privada: una necesidad creciente – Voces
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Seguridad privada: una necesidad creciente

De acuerdo con el Índice de Paz México 2024, “desde 2018, más de 2,600 policías han sido asesinados. Esto equivale a una tasa promedio anual de homicidios de policías de 96.8 por cada 100,000 agentes, lo que sugiere que ser policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser parte de la población general.”

La inseguridad en nuestro país sigue en aumento, afectando a personas, hogares y empresas. Además del alto riesgo que enfrentan quienes forman parte del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los policías suelen recibir salarios que no corresponden con el nivel de peligro al que están expuestos.

En este contexto, el crecimiento de la seguridad privada ha sido significativo en los últimos años, especialmente en regiones donde la percepción de inseguridad es más alta. En estas zonas, trabajar en seguridad puede implicar un riesgo incluso mayor que el de la población en general.

La percepción de inseguridad pública entre la población, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), aumentó un 5.3% en diciembre de 2024 en comparación con septiembre del mismo año. De manera similar, las unidades económicas reportaron un ligero incremento en la percepción de inseguridad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2024 (ENVE), pasando del 69.3% en 2022 al 69.4% en 2024. La inseguridad y la delincuencia continúan siendo los principales problemas que las afectan.

A nivel nacional, las empresas identificaron como los delitos más frecuentes en 2023 la extorsión —un tema que nuestra colaboradora Michelle Castillo aborda en su artículo “Número de la extorsión”— y el robo o asalto de bienes o dinero.

Ante el deterioro de la seguridad pública en el país, los servicios privados de seguridad se han convertido en un negocio millonario, impulsado por regulaciones laxas y el desconocimiento de los clientes. En muchos casos, estos se arriesgan a contratar empresas que no siempre están preparadas ni certificadas.

El sector de la seguridad privada en México se posiciona como una fuerza económica de gran relevancia, aportando el 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y generando cerca de 900,000 empleos directos. A pesar de los desafíos que enfrenta, se prevé que esta industria continúe expandiéndose en 2025, impulsada por la creciente demanda de servicios de protección y vigilancia en respuesta a los persistentes retos de seguridad pública.

Sin embargo, uno de los principales desafíos del sector son las condiciones laborales, marcadas por una alta rotación de personal, escasez de beneficios y jornadas laborales extensas, factores que impactan tanto en el bienestar de los trabajadores como en la calidad del servicio ofrecido.

A pesar de estas dificultades, el panorama también presenta importantes oportunidades. La profesionalización del sector, a través de la certificación y capacitación del personal, puede elevar considerablemente los estándares de calidad. Asimismo, la integración de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y herramientas de ciberseguridad, promete mejorar la eficiencia y efectividad en la prestación de servicios, fortaleciendo al sector como un actor clave en la seguridad del país.

Entre los servicios que ofrecen las agencias de seguridad privada en México destacan los escoltas, también conocidos como guardaespaldas o «guaruras», cuya demanda ha ido en aumento. Existen diferentes tipos de escoltas de seguridad privada, entre los cuales se encuentran:

  • Escolta de carga crítica: Encargado de proteger y transportar mercancías de alto valor.
  • Escolta de valores: Responsable de la protección y transporte de grandes sumas de dinero.
  • Escolta de personas: Brinda protección a individuos y familias que se encuentran en situación de riesgo.

En 2023, según Gabriel Bernal, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada, de cada 10 escoltas, 6 provienen del ámbito militar, 3 son civiles y 1 es expolicía. Asimismo, de acuerdo con datos de la Sociedad Mexicana de Escoltas y Profesionales de la Seguridad, en México operan alrededor de 8,000 escoltas independientes, de los cuales aproximadamente 3,500 trabajan en la Ciudad de México.

En cuanto a los sueldos de los escoltas, no existe un tabulador oficial. La remuneración depende en gran medida de la región del país y de la empresa contratante, con rangos que oscilan entre $9,620 y $120,000 mensuales aproximadamente.

Por otro lado, en 2023, el costo promedio del delito por unidad económica fue de 54,451 pesos, siendo el robo total de vehículo el que representó el mayor impacto económico, con un costo promedio de 264,399 pesos por unidad afectada. Esto plantea una pregunta clave: ¿es la contratación de seguridad privada para las empresas un gasto o una inversión?

Lo más preocupante es que las condiciones actuales en el país y en diversas entidades no ofrecen un panorama alentador para el mejoramiento de la seguridad pública, una asignatura pendiente de muchas administraciones públicas en el país.

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