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Apagones

Desde hace un tiempo hemos sufrido una gran cantidad de apagones por toda la ciudad, no es algo exclusivo de nuestro estado, toda la república ha pasado por lo mismo. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene un gran problema y no, no es sólo Bartlett, además existe “una gran demanda de energía” por parte de los hogares debida a las altas temperaturas de las últimas semanas. Se calcula que por cada grado centígrado que bajamos en nuestra casa a la temperatura ambiente mediante el aire acondicionado, el gasto de energía se aumenta hasta en ocho por ciento. Esto es común en los meses de junio, julio y agosto, ya que son los meses más calientes a lo largo y ancho de nuestro país. Lo que no es común y no debería pasar es que el nivel de reserva de energía se encuentre debajo de seis por ciento.

El Centro Nacional de Control de energía (CENACE), órgano encargado de suministrar la luz al territorio nacional, y que señala que el suministro está garantizado, pero, al ver lo que pasa y las desafortunadas declaraciones de nuestro presidente al señalar que no, no es verdad que haya fallos de energía cuando todo el mundo las ha padecido, no podemos creerles.

¿Por qué estamos pasando por esto? Debido a las políticas adoptadas por el gobierno federal de excluir al sector privado para conservar el monopolio de la electricidad y no otorgar permisos, ha propiciado que no haya nueva inversión y que la energía almacenada por parte de la IP no se pueda distribuir y se “desperdicien” miles de Mega Watts que hubieran ido a la reserva de energía para evitar los apagones. Y mientras tanto la CFE no invierte en reparar, mejorar, ampliar y modernizar la red eléctrica. Sobre todo hablando de transformadores, que son los aparatos más afectados por la situación actual, se queman o se descomponen y la Comisión Federal de Electricidad no tiene para pagar el arreglo o la compra de otros; sí hay en el mercado pero simplemente no hay recursos, señalan…

Los costos debidos a los fallos de energía se cuentan por millones, viéndose más afectadas las empresas que los hogares, los primeros al tener que parar la cadena de producción y donde más podemos decir que el tiempo es dinero, en los segundos, con las averías de electrodomésticos y línea blanca que se descompuso o quemó por la falta de luz; pero no solo afecta al bolsillo, las afectaciones más graves se han dado en el sector salud, por la falta de energía, los hospitales, clínicas y centros de salud han visto en peligro de muerte a varios de sus pacientes que necesitan asistencia médica conectada a la luz y al no tener este servicio se vio comprometida gravemente su salud, y las reservas de sangre y medicinas que necesitan de refrigeración se vieron comprometidas.

El sector empresarial habla de contrarrestar la falta de suministro de energía por parte de la federación poniendo una serie de “baterias” que se cargan con la propia electricidad del hogar o la empresa dependiendo el caso y que se ponen a funcionar cuando llegan los apagones y así continuar con el abastecimiento de energía. No todos tienen al alcance de esta posible solución ya que no es del todo económica, lo que deberíamos exigir como ciudadanos a la comisión es que no vuelva a pasar lo ocurrido en días pasados, pero tal y como se maneja nuestro dichoso gobierno, me temo que ya sabemos que va a pasar…

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