Lugar: Anden 43

Dirección: Av. Convención de 1914. Pte. Fracc. Olivares Santana. Plaza San Rafael.

Horario. 08:00 a 13 horas. Lunes y martes. 08:00 a 23 horas. Miércoles a domingo.

Métodos de pago: Tarjetas bancarias y efectivo.

Con los primeros rayos de sol y en una mañana más templada de domingo, Babbo y yo nos preparamos para desayunar. Como es costumbre, el día anterior habíamos estado buscando opciones para almorzar en lugares que fueran explícitamente amigables con las mascotas, ya que me gusta compartir las experiencias culinarias con mi gran amigo. En esta ocasión, nos tocó visitar el Restaurante Andén 43.

Nos recibieron muy amablemente y con una linda sonrisa, optamos por sentarnos en la terraza. Lo bueno es que el fresco de la mañana es cada vez menor, lo que facilitó escoger la mesa donde nos sentamos. La terraza es un espacio pequeño, tiene dos mesas, con cuatro sillas y una sombrilla para cada una, las sillas cómodas y las mesas limpias y arregladas. Aunque el sol empieza a desplegar toda su majestuosidad, las sombrillas cumplían cabalmente su función de cubrir y mantener fresco.

A los pocos minutos, una mesera se acercó muy amable y nos entregó el menú. Pedí un café de olla; en particular, esa variedad de café me apetece para desajustar mientras me traen el desayuno. Tenía un buen sabor, aunque todavía le faltó un poco para considerarlo excelente; además, la porción de café es buena e incluye un refill. Mientras tanto, Babbo disfrutaba del paisaje de personas y automóviles que pasaban. Algunas personas que llegaban al lugar hacían comentarios amables sobre Babbo por estar tranquilo acompañándome.

Para desayunar, decidí probar las enchiladas blancas, bañadas en bechamel y con un toque de habanero, además de un jugo de zanahoria, que venía en un vaso mediano de buen sabor. La porción y la presentación de mi plato principal fueron muy buenas; estaban rellenas de queso, y el toque de habanero les dio un muy buen sabor. Los postres lucían muy apetitosos; sin embargo, quedé satisfecho con lo que había comido.

En resumen, puedo afirmar que se trata de un lugar agradable, con un servicio de atención muy bueno y alegre, además de una recepción excelente para mascotas. En cuanto a la comida, las enchiladas valen la pena probarlas junto con un café singular. El precio rondó los $250, lo cual considero justo. Mi experiencia me dejó una impresión muy positiva, con un excelente humor para el domingo, lo que probablemente me motive a regresar. Será necesario volver en un horario diferente para explorar otros platillos y bebidas del menú, considerando que a partir del miércoles ofrecen servicio hasta las once de la noche.

Calificación

Calidad/precio ****

Ambiente ****

Servicio *****

Alimentos ****

Pet Friendly *****

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Previous Story

Alto impacto. Vol. 3.

Next Story

El papel crucial de los servicios públicos

Latest from Blog

Cambio de prioridades

Desde que la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y